Carta de Olmué fija orientaciones para los Gobiernos y la Agricultura Familiar del Mercosur

Carta de Olmué fija orientaciones para los Gobiernos y la Agricultura Familiar del Mercosur
Avanzar en el diálogo político y la dignificación del mundo campesino, y profundizar en la definición de políticas públicas específicas para los pequeños agricultores, fueron las ideas fuerza que marcaron el acto de clausura de la Primera Conferencia Regional de Agricultura Familiar del Mercosur Ampliado que se desarrolló en Olmué, Valparaíso.


En la cita, efectuada en el marco de la XXVI Reunión Especializada de Agricultura Familiar (REAF-Mercosur), representantes gubernamentales y de la sociedad civil encabezados por el secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial de Argentina, Santiago Hardie, y el ministro de Agricultura de Chile, Carlos Furche, suscribieron la Carta de Olmué, documento que establece la clara voluntad de avanzar en orientaciones que complementen las políticas nacionales y regionales en materia de Agricultura Familiar Campesina hacia el futuro.
Ambas autoridades firmaron el texto junto a José Ramos Roseno, secretario especial de Agricultura Familiar y Desarrollo Agrario de Brasil; Mariano Frutos, viceministro de Agricultura de Paraguay; José Ignacio Olascuaga, director general de Desarrollo Rural de Uruguay; Hugo Dután, gerente del Programa Buen Vivir del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuicultura y Pesca de Ecuador; Fernando López, secretario general de COPROFAM, y Jorge Stanley, en representación de la Alianza para la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe.
Desarrollo y cambio climático
Durante su intervención en el plenario, Santiago Hardie expresó que “nuestros gobiernos ya saben que la Agricultura Familiar es un sector productivo y social a la vez, pero creo que hoy debemos avanzar a través del diálogo en desarrollar más políticas que apoyen a los pequeños productores en sus lugares y territorios de tal forma que no migren a las ciudades”. Y añadió que la FAO calcula para el 2050 que el 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas y en el caso de América Latina la cifra se elevará sobre el 90%: “Nuestro deber es profesionalizar este quehacer, generando procesos que provoquen un impacto en la ruralidad y que ese impacto sea medible. La Agricultura Familiar tiene una gran oportunidad, porque el mundo necesita y exige alimentos de calidad”.
El ministro Carlos Furche, por su parte, resaltó el proceso transformador de la Reforma Agraria en Chile, que, dijo, dio una nueva forma de entendimiento y dignificación a miles de campesinos y campesinas. Agregó que “este gobierno ha sido quizás el único desde la vuelta a la democracia en que hemos puesto el foco no sólo en el trabajo del INDAP, sino que de todos los servicios del agro, priorizando dentro de nuestros esfuerzos el trabajo con la Agricultura Familiar Campesina”. 
El secretario de Estado se refirió también a los nuevos desafíos que tiene la REAF, de posicionar políticas públicas en torno al cambio climático: “En Chile hemos tenido numerosos fenómenos provocados por el cambio climático y aunque no somos un país contaminante dentro del concierto mundial, debemos avanzar en cómo adaptamos la agricultura a este escenario en un segmento que particularmente es sensible como son los pequeños agricultores”.
Desafíos para organizaciones campesinas
Representantes de las organizaciones campesinas asistentes al acto valoraron los acuerdos y plantearon desafíos que deben ser abordados a futuro para que la Agricultura Familiar siga teniendo sustento y proyección. 
Agustín Mariano, presidente de la Cooperativa Campocoop, destacó el diálogo que se dio al interior de los grupos y reuniones en la conferencia: “Consideramos que este espacio de encuentro y comunicación entre todos los países hermanos no debemos perderlo, porque ha costado mucho tiempo y esfuerzo ganarlo y nos sirve como una plataforma donde las organizaciones comparten experiencias de lo que sucede en el Cono Sur”
Igualmente, Ana Sepúlveda, presidenta de la Confederación Triunfo Campesino, resaltó la importancia de haber desarrollado la REAF en Chile y dijo que “es un hito histórico, pues aún no somos miembros en pleno del bloque. El Gobierno argentino generosamente quiso darle a nuestro país la oportunidad de realizar la conferencia y por ello debemos seguir potenciando a los pequeños productores y productoras, porque entendemos que nos falta mucho por hacer”.
Finalmente, Manuel Llao, vicepresidente de MUCECH y presidente de la Asociación Indígena Leftraru, dijo que tenía grandes expectativas respecto de los temas de género, jóvenes e indígenas que se trabajaron en las comisiones. “No debemos olvidar que el diálogo supone dos partes y la Carta de Olmué se define como una respuesta o propuesta de los gobiernos. Falta ahora la voz del campesinado, de las comunidades indígenas y de la sociedad civil para que el proceso quede completo”, apuntó.
La Conferencia de Olmué cerró este viernes con la redacción de un acta que integra las conclusiones de la discusión que sostuvieron los Grupos Temáticos de Juventud Rural, Cambio Climático y Gestión del Riesgo, Facilitación del Comercio y Acceso a Mercados, Registros de la Agricultura Familiar, Políticas Fundiarias, Acceso a la Tierra y Reforma Agraria, Servicios Financieros Rurales y Políticas de Equidad de Género.
El siguiente paso es que el acta sea firmada por los coordinadores en la cita que sostendrán en las próximas semanas en Buenos Aires, en el acto final de la XXVI REAF. Una vez firmado el documento se entregará en copia a la secretaría del Mercosur, que luego lo distribuirá a los paíse. Ese será el momento de su difusión.
Autor: Avelino Araya - Olmué
FUENTE: www.indap.gob.cl/noticias/detalle/2017/06/23/carta-de-olmu%C3%A9-fija-orientaciones-para-los-gobiernos-y-la-agricultura-familiar-del-mercosur

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